¿Alguna vez has intentado practicar yoga por ti mismo? ¿Te has sentido desorientado al hacerlo? ¿El silencio hace demasiado ruido?
Estamos acostumbrados a que se nos den indicaciones de qué hacer, de esta manera, contamos con la seguridad de estar “haciéndolo bien”. Esto aplica a cualquier actividad, y en el caso del yoga, prevalece con fuerza ya que existe el miedo a lastimarse físicamente o bien, perderse mentalmente.
Las clases que tomamos pueden darnos pautas para practicar, y el hecho de hacerlo en grupo nos provee de referencias externas para entender mejor. Sin embargo, el principio de cualquier tipo de yoga corre en dirección contraria: la introspección.
La introspección es un proceso continuo de vida. Para entenderlo, la guía de un buen maestro o gurú es clave, pero tiene una desventaja inevitable: como estudiantes, debemos fijar parte de nuestra atención hacia la instrucción, ya sea a través de la vista, el oído o la sensación del tacto. Si nuestra intención es llevar la práctica a niveles más profundos, de manera que la misma nos devuelva información acerca de nuestro ser, entonces la práctica personal es la única que nos puede introducir en la aventura.
Regresamos al mismo lugar: ¿Cómo la emprendemos sin abrumarnos? ¿Cómo la iniciamos sin esa pequeña voz que nos indica qué hacer y dónde posicionar nuestra atención? Evidentemente la confianza en uno mismo tienen que brotar de algún lugar…
Mi sugerencia es mantenerlo simple. Esto mitigará la posibilidad de abrumarte. Puedes comenzar con una rutina esencial y accesible para cualquiera. Aquí pongo un ejemplo con cuatro etapas:
- Meditación: Siéntate con piernas cruzadas o en una silla y cerrar los ojos por 5 minutos
- Respiración: En la misma postura, observa la respiración por 5 minutos.
- Posturas: Ejecutar 5 saludos al sol (surya namaskar). Esta es una secuencia fluida de posturas que se usa a menudo en clase para mover todas las articulaciones y hacer correr la energía. Es común contar con el conocimiento de esta al cabo de pocas clases, pero si tal no es el caso, la alternativa es practicar de forma aislada algunas posturas simples que recuerdes. Esta sección puede durar de 5 a 10 minutos, o más, si lo deseas.
- Relajación: Acuéstate en savasana (postura supina de relajación) por 5 minutos.
¿Suficientemente simple para comenzar? Lo interesante de visualizar la práctica en etapas es que siempre la veras simple, aún cuando vayas añadiendo tiempo y complejidad a cada una, conforme vayas adquiriendo nuevas ideas y conocimiento en clase.
Te invito a que construyas tu propio camino de Yoga. Verás que será único y te mantendrá interesado, ya que lo que descubrirás, ni el mejor maestro o gurú te lo puede proveer.
Articulo: Miriam Hamui, agradecemos su generosa y amable colaboración y tiempo
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